A primera apariencia, podríamos imaginar que tenía a la aspecto a individuos particulares; si lo tuvo o no, no podemos decirlo. Basta que consideremos sus vehementes clamores por el juicio divino, más aplicable a los principios que a las personas.4 Sean avergonzados y afrentados los que buscan mi vida; vuelvan antes y sean humillados los que pla